Bocadillos a peseta, limonadas a real

Desde el ventanal del apartamento se veía prácticamente todo el estrecho, no podía entrar más luz. Nos lo quedamos. De alquiler, claro. Los gatos montaron una garita para vigilar el tráfico marítimo y salimos a conocer la zona: Valdevaqueros, Los Alcornocales, Bolonia, Atlanterra, Vejer, Zahara de los Atunes, Cabo Trafalgar, la Bahía de Algeciras, Gibraltar. Pequeños paraísos desconocidos para los que venimos del norte de Despeñaperros.

Levante y Poniente sustituyeron la polución de las ciudades por la arena de la playa y nos despeinaron las prisas y los prejuicios. Y además lo hicieron con fuerza. Todo iba sobre ruedas, como en una excursión del cole. La gente que allí nos recibió sonreía tanto que parecía mentira. Cañas y tapas, lo mejor del mundo. Atún, mojitos, cazón en adobo, rusos blancos, manteca colorá, Bloody Mary. Ni los romanos deglutían tanto manjar.

Mi cámara, que aún estaba en pañales, comenzó a capturar los atardeceres más bonitos que jamás habíamos visto. Y no solo eso, también congelaron estampas de una vida idílica, provocadora de envidias (sanas, por supuesto) y suspiros. Perfectas para el incipiente mundo de Instagram, pero sin la calidad de los maestros del postureo. Aun así, poco a poco dejaban de pasar desapercibidas y empezaron a llegar los primeros seguidores, cargados con sus amables likes y comentarios.

– Oye – pensé – pues va a molar esto de Instagram.

Llolker estaba germinando. Mis gatos, los atardeceres y los Kitesurfers eran los protagonistas de mi pequeño diario fotográfico virtual. Las fotos eran resultonas (o lo parecían) y el público respondía. Venían a asomarse para ver Tarifa desde todas partes de España, incluso algunos llegaron desde Latinoamérica.

Venga niños, id subiendo al bus, que en esta excursión cabemos todos: ¡Había un bombero…!

A veces miraba el móvil para saber cuantos likes había generado mi última foto subida. A veces.

5 comentarios en “Bocadillos a peseta, limonadas a real

  1. Recuerdo los hermosos atardeceres y los lindos gatos. Y no creo que haya en Instagram fotógrafos tan talentosos cómo tú…Es un escaparate de la foto rápida…..Tus fotos son el resultado de la contemplación. Muy interesante este ejercicio que este blog y muy bien escrito. ¡Enhorabuena!

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  2. Los que vivimos entre mar y montaña, en lo llano y seco del interior, siempre buscamos una ventanita que nos lleve al paraíso… y tú Instagram era lo más parecido, junto con tus profundos textos. Gracias por volver

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